La adicción a los fármacos ha aumentado en los últimos años. En CIAS, encontramos pacientes de todas las edades que desarrollan dependencia, desde mujeres mayores hasta jóvenes con trastornos de ansiedad y depresión. La automedicación y el fácil acceso a estos medicamentos generan una fuerte adicción y la creencia errónea de que aumentar la dosis mejora la eficacia.
Con el tiempo, el paciente desarrolla tolerancia, necesitando dosis cada vez más altas, lo que agrava la dependencia. Por ello, la intervención profesional es fundamental para superar esta adicción y recuperar el bienestar.
El abuso de fármacos tiene graves consecuencias para la salud, afectando la capacidad de atención, la memoria, las habilidades verbales y psicomotrices. Además, el consumo excesivo de medicamentos recetados puede desencadenar comportamientos antisociales, agresivos y provocar trastornos mentales severos.
En CIAS, abordamos esta problemática con un tratamiento enfocado en la recuperación. Ayudamos al paciente a superar el síndrome de abstinencia, que suele ser más intenso que en otras adicciones, y fomentamos la creación de nuevos hábitos para una vida libre de la dependencia a los fármacos.
El abuso de fármacos, especialmente los opiáceos y ansiolíticos, genera dependencia física y psicológica. Las consecuencias incluyen daños en el sistema nervioso, problemas respiratorios y aumento del riesgo de sobredosis. Además, la adicción a los fármacos puede causar aislamiento social, ansiedad y depresión, dificultando la vida cotidiana y las relaciones personales.

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