Esta metodología facilita un feedback entre el individuo y el terapeuta, fundamental para crear la confianza necesaria y adoptar herramientas que impulsen un cambio profundo y un mayor autoconocimiento. Proporciona un espacio de confianza y comprensión que orienta el proceso hacia un cambio positivo y óptimo.
La terapia grupal tiene como objetivo principal fomentar la participación activa del individuo con su grupo de iguales. El trabajo en grupo refuerza actitudes y habilidades sociales positivas, siendo clave para prevenir recaídas y resolver conflictos. Esto facilita un aprendizaje positivo, siempre guiado por la mediación e intervención del terapeuta.
Esta terapia es un espacio de comunicación y expresión para las familias, permitiendo desahogar sentimientos y conflictos generados por la adicción. Los pacientes están presentes, pero no intervienen, ya que el foco está en sus familiares, y el terapeuta guía la sesión para que comprendan el impacto de su enfermedad.
Es fundamental establecer vías de comunicación entre los pacientes, sus familiares y parejas. La codependencia generada durante el consumo requiere la mediación de nuestros profesionales para reconducir la relación y eliminar los «malos hábitos», facilitando la reinserción del paciente en una vida más equilibrada y sana.
Afrontar de forma ambulatoria el proceso de rehabilitación también es posible sin la necesidad de abandonar todos nuestros quehaceres , trabajo, estudios y tareas familiares, de este modo bajo la supervisión del equipo terapéutico , ayudamos al paciente y su entorno a gestionar de forma adecuada su día a día, teniendo en cuenta las circunstancias de cada persona.
Recibir apoyo terapéutico es una parte fundamental para superar una adicción de forma segura y duradera. La terapia ofrece un espacio de confianza donde poder hablar sin juicio comprender lo que está pasando y comenzar a construir nuevas formas de vivir más equilibradas y conscientes. Cada persona necesita algo diferente por eso en CIAS adaptamos el tratamiento a cada historia y cada momento
La familia también forma parte del proceso. Su acompañamiento puede marcar una gran diferencia especialmente cuando se convierte en un apoyo presente sereno y respetuoso. Ayudar a alguien cercano a salir de una adicción es posible y muchas veces empieza por aprender a escuchar comprender y estar.
En nuestro centro trabajamos con todos estos vínculos desde una mirada cercana humana y profesional
Las adicciones más comunes siguen siendo las relacionadas con sustancias como el alcohol, el cannabis, la cocaína y los psicofármacos. Sin embargo, cada vez son más frecuentes las adicciones conductuales, como la adicción al juego, al móvil, a las redes sociales o incluso al sexo o las compras.
Todas ellas comparten un patrón similar: generan una pérdida de control, afectan al bienestar emocional y provocan un deterioro progresivo en diferentes áreas de la vida. En CIAS trabajamos desde un enfoque personalizado que permite abordar tanto adicciones químicas como conductuales de forma segura y adaptada a cada persona.
Si sientes que pasas más tiempo del que te gustaría en el móvil, que te resulta difícil desconectarte, o que esa conducta interfiere con tu descanso, tus relaciones o tu estado de ánimo, puede ser un indicio de adicción.
Las adicciones conductuales no siempre se detectan fácilmente porque están socialmente normalizadas, pero generan ansiedad, irritabilidad y dependencia emocional. En CIAS te ayudamos a identificar si existe una adicción y a trabajarla con herramientas terapéuticas efectivas que te permitan recuperar el equilibrio sin renunciar al uso saludable de la tecnología.
El consumo ocasional de alcohol puede formar parte de la vida social sin mayores consecuencias. La adicción, en cambio, se manifiesta cuando hay una necesidad constante de consumir, pérdida de control, dificultad para detenerse y consecuencias negativas que afectan la salud, el entorno familiar, el trabajo o el bienestar emocional.
En CIAS ayudamos a distinguir estos límites y, si es necesario, iniciamos un tratamiento individualizado para que la persona pueda recuperar el control, mejorar su calidad de vida y aprender a relacionarse de forma más saludable con su entorno.
La adicción al juego o ludopatía se caracteriza por una necesidad compulsiva de apostar o jugar, incluso cuando ya ha causado pérdidas económicas, deterioro emocional o conflictos con otras personas. Se trata de una adicción conductual que genera una fuerte dependencia emocional y un ciclo difícil de romper sin ayuda profesional.
Tener más de una adicción al mismo tiempo es algo más común de lo que parece. Muchas personas enfrentan lo que llamamos un trastorno por consumo múltiple, por ejemplo, alcohol y psicofármacos, o una adicción a sustancias combinada con una adicción conductual.
En estos casos es fundamental contar con un enfoque terapéutico integral y personalizado. En CIAS realizamos una valoración completa para diseñar un plan de tratamiento que tenga en cuenta todas las áreas afectadas, con el objetivo de recuperar la estabilidad emocional y avanzar paso a paso hacia una vida más equilibrada.